martes, 22 de septiembre de 2009

Un regalo sin igual...


FE

A veces ante pruebas que nos
convida la vida,
Parece vacilar nuestra constancia
y solidez;
Las dudas surgen y el descreimiento
nos intimida,
Llegando quizás hasta el agravio
por altivez.
Debemos afirmarnos en la luz
de la esperanza;
Fuimos por la victoria de la cruz
justificados,
Testimoniando siempre fidelidad
y confianza,
Llevando a la práctica el servicio
y el amor cristiano.
Nacimos para ser felices,
Bienaventurados,
Verdad de una promesa que se concretó
en Belén;
Religión de nuestro Señor, muerto y
resucitado,
Que nos eligió y nos hizo
el regalo de la fe.-

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