martes, 28 de abril de 2009

Un ejemplo de coraje y esperanza


MADRE CON GARRAS

Un día nos encontramos
En azarosa jornada,
Por el azar del destino
Perseguidos por las aguas;
Paradójica tragedia
De una vigilia de Pascua.
Humilde, sufrida, pobre,
Tu vida sacrificada,
Eras ejemplo de fe,
De coraje y de esperanza,
De un amor incuestionable,
Con una entrega abnegada.
Tu trato cordial y abierto,
El candor de tu mirada,
Tu espíritu de servicio
Con tu calidez humana,
Tu inquebrantable entereza,
Tu mansedumbre sin tacha,
Me enseñaron que la vida
Hay que saber afrontarla
En los momentos de dicha,
Como en tiempos de desgracia.
Cuantas veces nos perdemos
En discusiones nefastas,
Por simples trivialidades,
Peculiar extravagancia;
Malogrando la riqueza
De ganarnos la confianza.
Muchas cosas me di cuenta,
Mujer y madre con garras,
Enfrentándole a la vida
Con audacia y con agallas,
Con temple que no se dobla,
Corazón que se regala.
Compartiendo la alegría
De una amistad solidaria

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